Imagina un pueblo en el que todo el mundo padece una extraña enfermedad de la piel que hace que esté llena de heridas en carne viva. Imposible tocarles (abrazarles, besarles, darles la mano, pasarles el teléfono). En cualquier parte del cuerpo que se toque hay una herida y se produce el dolor. Ahora imagina un pueblo donde todo el mundo padece una extraña enfermedad de la mente que hace que muchas palabras resulten dolorosas, ciertas miradas, gestos, actitudes y reacciones que producen celos, rencor, resentimientos, sufrimiento en suma. Una mente llena de heridas en carne viva que hace que duela cualquier forma de contacto o comunicación.Una mente tan llena de heridas no puede amar, porque amar significa acercamiento y conexión; una mente cubierta de llagas sólo puede sentir el dolor en cada contacto. Y por eso acaba creyendo que el amor es sufrimiento, y que sin sufrimiento no existe amor verdadero. Nada más lejos de la realidad.Una vez que entiendes el concepto de la mente herida comprenderás por qué son tan difíciles las relaciones románticas. Una mente herida por sentimientos de rechazo, no aceptación, abandono y castigos, una mente herida por el miedo, en suma, es una mente a la defensiva, dolida e inaccesible. Es una mente que ni puede amar ni se deja amar, porque el riesgo es demasiado doloroso.
Miguel Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario