lunes, 4 de mayo de 2009

Ahora imagínate que hablamos de amor en vez de comida.




Tu corazón es como esa cocina mágica. Basta con abrirlo para que obtengas todo el amor que quieras y más. No hay necesidad de dar vueltas por el mundo buscando y suplicando amor.

Fíjate en cuánta desdicha crean los seres humanos cuando creen que no tienen amor. Se sienten hambrientos de amor y cuando prueban una pequeña porción (aunque sea escaso o de mala calidad) se convierten en personas necesitadas y obsesionadas con ese amor. Son incapaces de vivir sin el suministrador de esa pequeña dosis diaria y harían lo que fuera para no perderlo. Hasta perderse a sí mismas. Y permanecer en el sufrimiento indefinidamente.

Miguel Ruiz

No hay comentarios:

Publicar un comentario